La historia de amor del siglo - Märta Tikkanen




Una descripción realmente honesta y cabal
del alcoholismo
dicen los listos de la sección cultural de los periódicos

¿Cómo se explica
que ninguno de ellos
eche de menos
los olores, por ejemplo?

El agudo y penetrante olor del coñac
que se le clava a uno en el diafragma
apenas se entra en casa
El hedor templado y rotundo
de coñac rebajado con jugos gástricos
cuando tú ya has vomitado todo

La áspera negrura del vino tinto
el agrio eructo del vino blanco
el dulzón aguachirle del jerez
la viscosidad del vermú

Pero lo más nauseabundo
las vaharadas de lúpulo putrefacto
que me echas en la cara con tus jadeos
convencido una vez más –la cinco mil
de que la cerveza fortalece la potencia sexual, ¡ja,ja!
El olor rancio del mosto que se posa por todo el dormitorio
cuando te has quedado dormido con la ropa puesta
cruzado sobre la dos camas
la cerveza dorándote la saliva que te cae por la barbilla
La diarrea que indefectiblemente
es uno de los resultados
se nota en la casa varios días
junto con el olor de la amarga “hemineurina”
que tanto blanquea los dientes

Solo una cosa así
Solo los olores


 +



Me cuentas
lo de que te quedabas dormido junto a la puerta
ya dentro de casa
apoyando la cabeza sobre tu perro muchas noches
lo de que anduviste en bicicleta llorando
el día que se murió tu perro
que el perro significaba más
para ti
que tu padre y tu madre
que siempre andaban borrachos
y que nunca estaban en casa
ni sabían qué hacer contigo

Es triste
y lloras

Estoy sentada en una silla frente a ti
y tengo tiempo de pensar en muchas cosas
porque la historia no es corta
y no es la primera vez
que la oigo

tú sigues contando
y yo allí en la silla me pregunto
por qué no dices nada
de las noches en que tus hijos
no se han atrevido a acostarse
sino que han ido a esconderse detrás de la esquina
para vigilarte y así no correr riesgos –

papá no habrá empezado a beber
otra vez ¿verdad?
¿cómo está papá?
aquí no huele a coñac
¿verdad?
¿seguro seguro que no habrá bebido
esta noche?

Mientras tú lloras hasta caer dormido
porque hay que tenerte lástima
por eso de haber tenido un padre
alcohólico

yo sigo sentada preguntándome cuándo logrará
mi odio
quemarte y convertirte en
ceniza blanca

mientras tú estás ahí tumbado gimoteando
sin pensar ni por un momento
que tus hijos  también tienen
un padre


 +


Te quiero tan desmedidamente
dijiste
Nadie ha podido amar nunca como yo
He construido una pirámide con mi amor
dijiste
te he colocado sobre un pedestal
muy por encima de las nubes
Esta es la historia de amor del siglo
dijiste
existirá para siempre
será admirada durante toda la eternidad
dijiste

A mí me fue difícil dormir
las primeras setecientas noche
después de haber comprendido
lo desmedidamente que tú amas
tu amor

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